Biodescodificación de Intolerancias y Alergias alimentarias

La alergia alimentaria es una respuesta exagerada del sistema inmune ante el contacto con algún alimento concreto. Puede ser al simple contacto, o a la ingesta. Puede producir síntomas diversos, desde leves molestias, a graves reacciones:

• Picor de piel o mucosas: urticaria, rojez, hinchazón de labios o lengua…
• Digestivos: diarreas, vómitos, hinchazón abdominal, dolor intenso de estómago o tripa…
• Reacción anafiláctica, que puede llegar al shock mortal.

La Intolerancia alimentaria se caracteriza por la dificultad de absorción de algún alimento, o de algún componente intrínseco de diversos alimentos. Los síntomas más comunes son:

• Diarrea
• Gases
• Hinchazón abdominal
• Dolor abdominal

Las intolerancias más frecuentes son:

• Intolerancia a la lactosa
• Intolerancia al gluten
• Intolerancia a la fructosa
• Intolerancia a la histamina
• Intolerancia a la cafeína

Posibles causas emocionales

Descodificación de las alergias e intolerancias alimentarias

Vamos a utilizar la lógica.

Hasta la aparición de la alergia, el cuerpo de la persona ahora afectada, toleraba perfectamente el alimento en cuestión… Así pues, es necesario indagar, e ir atrás en el tiempo, a buscar un gran estrés o un shock emocional, en el ambiente del cual, estaba presente el alimento ante el que el cuerpo ha generado rechazo.

Es muy habitual encontrar el shock emocional que desencadena la alergia un año antes de la aparición del primer síntoma, pero puede ser un intervalo mayor.

Si la alergia o intolerancia es desde el nacimiento deberemos hacer la búsqueda del conflicto en la mamá o la familia.

Para localizar la causa, habrá que buscar situaciones de estrés en las que, cuando se producen, la persona afectada por la alergia, estaba en contacto o había ingerido el alimento en cuestión.

En muchos de los casos de alergia a un alimento debemos buscar conflictos de separación afectiva o sentimental:

• Rupturas amorosas
• Separación de amistades por mudanzas a otra ciudad o país
• Muerte de algún familiar o ser querido
• Muerte, separación o pérdida de mascotas (perro, gato, conejo, hámster, periquito, loro…)
• Separación o exclusión del grupo de amistad
• Distanciamiento o ruptura de relación con hermanos, padre, madre…
• Despido o pérdida del empleo

Otras posibles causas emocionales de las alergias alimentarias pueden ser:

• Impacto de una mala noticia
• Situación sorpresiva que genera peligro o miedo
• Accidente después de haber comido
• Agresión física o verbal
• Fuerte discusión

Ejemplo del caso de Ingrid:

Ingrid es alérgica a la nata. Cuando viene a la consulta comenta que antes le encantaba y que era su alimento preferido en los postres las celebraciones, pero desde hace unos años, cuando come algún postre con nata, su cuerpo reacciona con hinchazón de labios, picor de lengua, hinchazón abdominal y diarrea.

Le pregunto cuándo notó por primera vez la reacción. Ingrid me contesta que tal ve desde 6 años atrás.

La siguiente pregunta fue ¿Viviste algún shock emocional importante un año antes? ¿Algo que te impactase de manera intensa y que fue difícil de “digerir”?

Inmediatamente, Ingrid echa a llorar. Al cabo de unos minutos me cuenta que un año antes, el día de su aniversario, estaba celebrándolo con su pareja en un restaurante. Tomando el café, después de haber disfrutado de una deliciosa cena, su chico le dice que quiere dejar la relación, que ya no siente deseo por ella y que, aunque la ha querido y la valora mucho, no puede estar con ella sin sentir la atracción.

Fue un gran impacto para Ingrid. Le pregunto si después de la cena tomó postre y me responde que sí, un pastel de hojaldre con nata.

En ese momento su cuerpo no reacciona a la nata, pero ella pasa una de las peores noches de su vida. Ingrid se sintió muy mal a nivel emocional, apenas durmió durante la noche, dándole vueltas e intentando encontrar explicación. No entendía y no podía aceptar la idea de ruptura con su amor.

Un año más tarde, cuando ya no tiene en mente lo que sucedió, cuando toma algún alimento o postre con nata en una fecha cercana a su aniversario, su cuerpo reacciona, y rechaza la nata. El cuerpo de Ingrid ha asociado nata con un gran estrés y decepción. Va a intentar, por todos los medios, evitar la nata. Aunque la nata no fue la fuente del conflicto.

Para más detalles, al analizar los síntomas, nos da más pistas sobre la tonalidad del conflicto:

• Diarrea: necesidad de expulsar algo tóxico o en mal estado (la noticia de ruptura)
• Hinchazón abdominal: darle vueltas y no poder aceptar “digerir” la ruptura. Si no digieres a comida, esta fermenta y genera gases.
• Hinchazón de labios y picor de lengua: relacionado con el contacto afectivo, los besos. El picor representa la necesidad de contacto y los labios hinchados pueden representar simbólicamente, la sensualidad, la seducción o la activación del deseo.

Unos días después de la sesión, y después de haber liberado el dolor vivido, Ingrid sintió el deseo de comprar un bracito de nata, al pasar por delante de una pastelería. Comenzó poniendo un poquito de nata sobre sus labios. Esperó un poco, y a al ver que no se hinchaban, pasó a la lengua. Al no apreciar picor alguno prosiguió comiendo la mitad del pastelito. La otra mitad la reservó para más tarde, una vez verificado que su sistema digestivo lo aceptaba.

El caso de Ingrid es una muestra de cómo se localiza el estrés que programa la alergia alimentaria. La tonalidad del conflicto puede ser muy diversa, y pueden ser tantas como personas. Cada persona experimentó su historia particular antes de la aparición de la alergia.

Es posible que se active una alergia a cualquier alimento, de hecho, a cualquier producto. Pero para el caso de alimentos, un elemento común es el de vivir una situación “difícil de digerir”, “inaceptable”, o “tóxica”.

Multitud de alimentos pueden generar alergias:

• Pescado azul: salmón, sardina, jurel, bonito, boquerón, anchoa…
• Pescado blanco: merluza, rape, bacalao, lenguado…
• Marisco: Gambas, mejillones, almejas, cigalas, todo tipo de crustáceos…
• Huevo
• Cereales: como el trigo, cebada, (en muchos casos por el gluten)
• Frutas: melocotón, fresas, pera, albaricoque, uvas…
• Frutos secos: nueces, almendras, avellanas, anacardos, pistachos,
• Semillas: pipas de girasol, maíz, sésamo…
• Cacahuetes, garbanzos alubias, lentejas…
• Lácteos: leche de vaca, queso, yogur, nata…

En el caso de Intolerancias Alimentarias, más que buscar un shock puntual e intenso, que también es posible… tendremos en cuenta, qué situaciones de cierto nivel de estrés y mantenidas en el tiempo, está viviendo, o vivió, la persona afectada por la intolerancia alimentaria.

Aquí tendremos en cuenta también el ambiente que se vivía en el hogar familiar durante la infancia de la persona afectada. Cómo vivió las relaciones afectivas en el hogar, cómo se relacionó con su mamá y su familia más cercana.

Afecto es equivalente a alimento. A veces nutre más una palabra amable o una caricia, que un alimento físico.

Así pues, cuando se produce una intolerancia a algún tipo de alimento, debemos buscar qué es lo que es difícil de tolerar en un ambiente afectivo cercano. Puede ser una situación presente o pasada, e incluso, aparentemente resuelta.

Factores emocionales de las intolerancias alimentarias

• Intolerancia a la lactosa: Normalmente relacionado con conflictos mantenidos en relación con la madre o la figura materna. Puede venir de la infancia, por la sensación de recibir un “alimento” afectivo en mal estado, por parte de mamá. Lo puede causar el estrés de una mamá que no tiene tiempo para dedicar a su bebé, sea por trabajo, exceso de tareas, falta de ayuda… También si la mamá se siente triste por cualquier motivo personal, o si simplemente hay mal ambiente en el hogar, por continuas discusiones o faltas de respeto.
• Intolerancia al gluten: El gluten corresponde a la proteína de ciertos cereales, que al ser hidratada y mezclada, actúa como pegamento, dando cohesión a la masa, elasticidad y esponjosidad en el pan o masas horneadas. A nivel simbólico ya tenemos todos los elementos sobre los que investigar.

1. El pan: simboliza el momento de reunión familiar. Comer juntos y repartir el pan.
2. El gluten: aglutina, cohesiona, da elasticidad.
3. El pan también es representado por el padre, que arquetípicamente proveía de alimentos.

Buscaremos pues, conflictos relacionados con el padre y conflictos en relación con la cohesión familiar: disputas, enfrentamientos, discusiones, rupturas familiares, separaciones, divorcios…

• Intolerancia a la fructosa: La fructosa es un azúcar natural de frutas. La simbología estará asociada a problemas en relación con la “dulzura”, con los afectos recibidos por familiares o personas cercanas. Conflictos por no recibir el tipo de afecto que necesita la persona. En otros casos puede deberse a una gran decepción por una ruptura o engaño de una persona que se había amado.
• Intolerancia a la histamina: la histamina puede estar asociada a reacciones de fermentación y descomposición de alimentos. Aquí habría que buscar qué situación vive la persona afectada, en la que está sintiendo que la relación se degrada, que se descompone y puede “morir”. También relacionado con duelos, por muerte o separación. La materia muerta se descompone. Puede ser debido a un duelo no procesado.
• Intolerancia a la cafeína: Buscaremos conflictos relacionados con situaciones de continuo estado de alerta, estrés. De miedo a que ocurra algo malo, de hipervigilancia.

Hasta aquí las causas más comunes. Siempre es necesario ajustar a la situación personal de cada individuo, pero ya has visto cuál es el mecanismo de investigación.

Espero que te sea de gran ayuda.

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Ricard Rodulfo (Graduado en Acupuntura,  Mtc, Biodescodificación, Biodescodificación Dental, Desprogramación Biológica,…).

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